Otitis. Ese mal de mierda que aqueja a mucha gente entre la cuál me incluyo, que transforma el humor y la percepción de la realidad que se vive.
Me encuentro entre jubilados y niños gritando en la sala de espera de un hospital. Colgué con el tema de la obra social y acá estoy. Pensando en nada. Recordando nimiedades.
Pero de pronto, como un ladrillazo en la nuca, me cae una incógnita entre ambos hemisferios cerebrales.
Por que esta sociedad ampliamente machista, se dio el lujo de agasajar al hombre con la palabra ¨pete¨ y dejar a la mujer.....con nada.
Quién no ha solicitado, de manera ordinaria pero amparado por la confianza o la desfachatez, un pete a una mujer (u hombre, este blog no discrima)?.
Hay miles de maneras de llamar al sexo oral. Sobradas son las maneras en que diariamente cada varón piensa, dice o disfraza una invitación al sexo oral. Ya sea en una charla con amigos o compañeros de trabajo, en un mensajito a tu novia / amiga / novia de amigo, en una irónica respuesta a una empleada de call center que te forrea por teléfono o a un jefe que te pide que hagas unas 6 horitas extras que después no te pagan; siempre se termina haciendo alusión, al pete.
Pero que hay con las miles de mujeres?. Son muchas las maneras en las que pueden referirse a una invitación al sexo oral o a referirse al tema. Pero así y todo, no tienen la palabra ¨pete¨. No tienen la palabra insignia.
No es lo mismo NIKE que VILLA DEL SUR. Suenan diferente, no hay corte en la palabra.
Entonces porque ¨pete¨ para nosotros y.....palabras combinadas para ellas?.
Hay mucha injusticia en este mundo, esta es una. No es grave creo, como para cortar relaciones y que separen a hombres y mujeres muro por medio. No lo es. Pero es muy cierto, que debería existir una palabra que la identifique.
Mas que nada en honor a la vagina.....a la concha (vagina sonó a blog médico y no lo es)....ahí esta, a la concha. Hay que homenajear a la concha. Sin dudas. De ahí venimos, que tanto!.
Tuve que trasladar mi inquietud a las mujeres que me rodean, a excepción obvia de las mujeres de mi familia. Fue muy fácil, le puse el dilema delante. Demostrando la injusticia de esta sociedad. Y surtió efecto.
O al menos me dejaron satisfecho.
Sofi, una amiga engripada, iluminó este camino de dudas. Quizás hasta enaltecida por la ingesta de ibuprofeno (un enfermo se hace la pregunta y una enferma le responde) me dijo: Gabba, la palabra que buscas, es SNORKEL.
Le dio en la tecla por muchos lados. Snorkel. Bajar ahí, sin animarse a respirar para no cortar el momento, es como hacer snorkel.
Me haces un snorkel?. Hasta queda simpático!. Como pete!.
La Cresta.
¡Jajaja! ¡Muy bueno! Una vez escuché algo así como "¿me lavás el patio?".
ResponderEliminarPero que percepción genial. Pobrecitas nosotras.
ResponderEliminarAhora, técnicamente, la palabra existe, se llama "cunnilingus". Pero es horrible, no da, no la usaría ni el último día de mi vida. Un asco, bah. (imaginate: negro, te copás con un cunnilingus?) No, no da. Ni ahí.
En inglés hay algo que siempre me hizo gracia pero no cumple el requisito monopalabra: "carpet munching", que, en traducción libre, es tipo "masticar alfombra" (ajjjjj...)
Sigo pensando. Si encuentro alguna palabra copada, prometo compartirla.